El Sistema de Certificación del Proceso Kimberley (SCPK), se creó en el año 2003 para regular y legalizar el comercio de diamantes en bruto. Ese mismo año, la República Bolivariana de Venezuela ingresó como miembro pleno, con el rol de país productor de diamantes.
En el año 2008, se solicitó la suspensión del país en este organismo multilateral, por período de un año debido a la reorganización del sector minero, según la instrucción del entonces presidente de la república, Hugo Rafael Chávez Frías. Una vez transcurrido este lapso, se pidió una prórroga de la misma extensión. Luego de cumplirse tal plazo, no se dio una respuesta oficial ante la instancia internacional, por lo que Venezuela salió definitivamente del sistema.
Como parte de los ajustes asociados a la actividad productiva de la minería, el Ejecutivo Nacional promulgó la reforma de la Ley del Banco Central de Venezuela, en noviembre de 2014, en la cual se incorpora el diamante y demás piedras preciosas como objeto de transacción en los mercados financieros a nivel mundial para fortalecer las reservas internacionales.
Al entrar en vigencia esta reforma, el BCV a través del despacho de su director, doctor José S. Khan, desarrolló un plan de trabajo en coordinación con los demás entes y órganos del Estado que participan o están involucrados directamente en la cadena productiva del diamante. Estas actividades se orientaron a lograr la readmisión del país en el SCPK, con el propósito de obtener la potestad plena para comercializar legalmente el diamante en bruto venezolano en los mercados internacionales.
Este arduo trabajo interinstitucional se realizó durante dos años y abarcó tares como el levantamiento de procesos, revisión y actualización del marco legal regulatorio y la adecuación del marco institucional.
Además, el SCPK estableció como requisito fundamental para la comercialización del diamante en bruto, el reconocimiento del BCV como autoridad responsable de la adopción del esquema de certificación y representante oficial de la República Bolivariana de Venezuela ante ese organismo multilateral.
Todos los requerimientos exigidos por el Proceso Kimberley se cumplieron y, en consecuencia, el 17 de noviembre de 2016 se logró la readmisión de la República Bolivariana de Venezuela como miembro pleno dentro del sistema internacional.
Como resultado de la reincorporación del país en el SCPK, y a objeto de garantizar la participación y permanencia de Venezuela en el referido sistema, se propuso la creación de la Oficina de Seguimiento y Control de la Implementación del Proceso Kimberley del BCV ante el Directorio del Instituto, el 12 de enero de 2017, la cual se aprobó de inmediato.
