El BCV, a través de su colección numismática, se convierte en reservorio de la memoria monetaria del país al custodiar, enriquecer y divulgar el patrimonio numismático de Venezuela. 

El origen de la colección numismática del Banco Central de Venezuela son 124 piezas cedidas por el Ministerio de Hacienda en el año 1943, las cuales fueron exhibidas en la Exposición Internacional Panamá-Pacífico de 1915.  En el año 1956 se crea la sección numismática del BCV y con esta la acción expositiva y de socialización de este patrimonio.

Esta importante colección describe  la memoria monetaria de nuestro país. Se encuentra constituida por 15.210 piezas, de las cuales se exhiben de forma permanente 1.452  especímenes que incluyen campos de estudio específicos como monedística, notafilia, medallística y teserología (fichas); piezas de curso legal y conmemorativas, monedas, medallas, condecoraciones, fichas, resellos, ensayos, troqueles, matrices y piezas acuñadas en el extranjero que sirvieron de circulante legal, como es el caso de las macuquinas y morocotas.

Igualmente, existe una amplia colección de notafilia y monedística internacional, como parte del programa de intercambio de especímenes entre bancos centrales a escala mundial.

Al ser la única colección de este tipo, el Banco tiene una gran responsabilidad patrimonial, que incluye el deber de socializar, realizar investigación especializada y conservar en buen estado estas piezas. En especial, se recalca la relación con las diversas comunidades y entornos cercanos, donde se reconoce la labor de mediación que el Instituto desarrolla para difundir este importante legado de la historia nacional.

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