El Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con estimaciones preliminares, registró un descenso del 7,1% en el tercer trimestre del presente año, con respecto a igual período del año anterior, menor al calculado para el trimestre anterior (-9,4%), lo que evidencia la continuación de una evolución desacelerada del ritmo contractivo en lo que va del año. Con este resultado, la variación acumulada para el período enero septiembre alcanzó una caída de 14,7%.

El resultado del trimestre en referencia se originó de la contracción del 9,0% de las actividades petroleras y de 6,0% de las no petroleras. Institucionalmente el sector público decreció en 8,5% y el sector privado en 6,3%.

En relación con el sector petrolero, se registró una disminución del 12,2% en el valor agregado por la actividad pública; por el contrario, la actividad privada contribuyó con un incremento importante (30,2%), como resultado del proceso de expansión de la producción de las empresas privadas que participan a través de las asociaciones estratégicas en el marco de la apertura petrolera.

En cuanto al comportamiento del sector no petrolero (-6,0%), se observó un desempeño negativo en la mayoría de las actividades económicas, destacando los resultados de las actividades manufactureras (-9,9%), construcción (33,9%) y comercio (10,0%). La evolución observada en estas actividades obedecen, fundamentalmente, a las restricciones existentes en la demanda agregada interna, tanto en sus componentes de gasto de consumo final de los Hogares (4,8%) como en los correspondientes a la inversión en activos fijos (29,0%). Por su parte, la demanda externa disminuyó para el trimestre en referencia en 14,3%, determinada por la caída de las exportaciones petroleras (19,8%), ya que las no petroleras mostraron una pequeña mejoría (1,3%).