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La realidad latinoamericana mantiene vigente el pensamiento de Celso Furtado

Fecha: 
Miércoles, 16 Marzo 2005

BCV realizó un foro para recordar al economista brasileño fallecido el año pasado

La tarea pendiente de la integración latinoamericana, las disparidades regionales al interior de los países, la necesidad de la racional intervención del Estado para reducir vulnerabilidades y corregir distorsiones del mercado, así como la "resurrección" del concepto de desarrollo como meta, en lugar del simple crecimiento, conforman una realidad que otorga vigencia a las ideas de Celso Furtado, afirmó el vicecanciller de Brasil, Samuel Pinheiro Guimaraes, durante un foro en homenaje al economista brasileño celebrado este miércoles en el Banco Central de Venezuela.

A la enumeración de Pinheiro Guimaraes sobre la actualidad del pensamiento de Furtado, el representante de la Cepal en Brasil, Ricardo Bielschowsky, agregó la persistencia de las asimetrías entre los países del centro y la periferia, la inferioridad productiva y tecnológica, el desempleo estructural, la necesidad de políticas de desarrollo y la mayor vulnerabilidad de las naciones del Sur ante las crisis internacionales.

El Vicecanciller de Brasil y Bielschowsky compartieron el panel del foro con el presidente del BCV, Gastón Parra; el director del instituto emisor, Domingo Maza Zavala, y el secretario permanente del Sistema Económico Latinoamericano, Roberto Guarnieri. En la instalación del foro, Parra destacó la originalidad de pensamiento que caracterizó la obra de Furtado y recordó su oposición hacia políticas como la dolarización, que nos devolverían a una condición semicolonial, y sus inquietudes ante el proceso de globalización al preguntarse por la naturaleza de las instituciones políticas en Estados sin atributos de soberanía.

Furtado nació en Paraíba, Brasil, en 1920 y murió en noviembre del año pasado en Río de Janeiro. Es, junto con el economista argentino Raúl Prebisch, un nombre fundamental en la conformación de la doctrina de la Cepal y, en general, del pensamiento económico latinoamericano, así como una referencia obligada de la llamada escuela estructuralista, que surgió entre los economistas de la región en la primera mitad de la década del 60 con el postulado esencial de tener en cuenta la importancia de los parámetros no-económicos de los modelos macroeconómicos.

Por su parte, Maza Zavala consideró que el mejor homenaje que puede rendírsele a Furtado es esquivar el mito de que nuestros países pueden alcanzar el desarrollo bajo los mismos patrones seguidos por las naciones industrializadas, y levantar la bandera de una utopía sobre caminos propios que conduzcan a sociedades con igualdad de oportunidades para todos sus integrantes. Según el Director del BCV, la inconformidad que hoy se manifiesta en América Latina es una muestra de esa búsqueda.

Por ensayar caminos originales se pronunció también Roberto Guarnieri, que si bien criticó a los estructuralistas por lo que consideró un exceso de atención al diagnóstico y dedicar poco espacio a las ideas para superar el atraso y la dependencia, indicó que hicieron muchos aportes que aún hoy pueden contribuir a la búsqueda de soluciones. Guarnieri destacó la propuesta de un Fondo Monetario Latinoamericano, complementario del FMI, como un ejemplo de las ideas propias que la región puede poner en marcha.