Con el auspicio del Sistema Económico Latinoamericano (SELA), este viernes 05 de septiembre, fue presentado a las autoridades y alta gerencia del Banco Central de Venezuela el "Informe sobre Comercio y Desarrollo 2008", elaborado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
La presentación estuvo a cargo de Alfredo Calcagno, Especialista en Asuntos Económicos de la UNCTAD, quien estuvo acompañado por el Embajador José Rivera Banuet, Secretario Permanente del SELA.
El Informe sobre Comercio y Desarrollo 2008 examina, entre otros temas, el panorama económico mundial y los desequilibrios globales; los desarrollos en los mercados de materias primas y su impacto sobre la inflación y sobre los términos de intercambio; el comportamiento de los flujos de inversión y los aspectos relacionados con su financiamiento; la asistencia oficial al desarrollo y el alivio de deuda y el manejo sostenible del endeudamiento.
Esta presentación, realizada un día después de su divulgación a nivel mundial, brindó a los asistentes la oportunidad de conversar, entre otros aspectos, sobre la situación y perspectiva de la economía mundial, el comercio y desarrollo; el estado del debate sobre ahorro e inversión y su relación con el desarrollo de la capacidad productiva y el desarrollo económico y social y las implicaciones del reciente fracaso de la ronda de negociaciones comerciales de la OMC o Ronda de Doha.
De manera particular, se destacó el desempeño favorable registrado por muchos países en desarrollo durante los últimos años, gracias a sus exportaciones de productos manufacturados o al aumento sustancial de los ingresos derivados de la exportación de productos básicos, alcanzando superávit en sus balanzas de cuenta corriente hasta incluso convertirse en exportadores netos de capitales a los países desarrollados.
Sin embargo, la incertidumbre e inestabilidad reinantes en los mercados internacionales de capitales, divisas y productos básicos, junto con las dudas acerca de la orientación de la política monetaria de algunos de los principales países desarrollados, ensombrecen las perspectivas de la economía mundial y podrían entrañar considerables riesgos para el inundo en desarrollo.
En este contexto, es necesario que las políticas de desarrollo continúen centrándose en la diversificación y en una industrialización sostenida y basada en una mayor inversión en nueva capacidad de producción, sobre todo en la agricultura, en el sector manufacturero y en la financiación adecuada, segura y rentable de esa inversión.
Asimismo, la Asistencia Oficial al Desarrollo, tradicionalmente canalizada hacia proyectos de infraestructura y servicios sociales, debe también respaldar la inversión productiva para que el desarrollo social se sustente sobre bases sólidas.
