Las estimaciones del Producto Interno Bruto (PIB) muestran un crecimiento de 2,8% en el tercer trimestre del presente año, respecto al mismo período del año anterior, con lo cual el incremento para el período enero-septiembre se ubica en 3,1%, superior al 2,4% observado durante los primeros nueve meses del año 2000.

El aumento de la actividad económica durante el tercer trimestre, se debe al sostenimiento del ritmo expansivo del sector no petrolero, cuyo crecimiento se ubicó en 3,9%, lo cual compensó la caída observada en el sector petrolero
(-1,1%).

El comportamiento del sector no petrolero durante el tercer trimestre del año estuvo determinado por el desempeño favorable de las actividades del sector privado (4,7%), entre las cuales merece destacar los importantes crecimientos en construcción (14,4%), comunicaciones (13,9%), comercio (4,6%) y la industria manufacturera (3,5%).

La significativa expansión de la actividad construcción, iniciada en el tercer trimestre del año pasado, continuó durante el trimestre en referencia, debido tanto a la ejecución de las obras contratadas por la industria petrolera, en el marco de los programas de inversión que realiza esa industria, como a los desarrollos habitacionales del Gobierno y a las construcciones residenciales y no residenciales demandadas por el sector privado.

En relación con la actividad comunicaciones, ésta continuó incrementándose de manera notable como resultado de la mayor prestación de servicios de telefonía básica y celular, en atención a las importantes inversiones que se vienen ejecutando en esa actividad.

El crecimiento de los servicios de comercialización estuvo impulsado, principalmente, por los mayores gastos de consumo final efectuados por los hogares. La industria manufacturera, por su parte, muestra aumentos en las ramas de actividad productoras de Maquinarias y Equipo de Transporte; Madera y Muebles; Alimentos y Bebidas; Productos Químicos y Papel e Imprentas, en respuesta al aumento de la demanda.

Con respecto a la actividad petrolera, el descenso registrado se explica por recortes en la producción de crudo y refinados efectuados por el sector público en atención a acuerdos de la OPEP.

Por el lado del gasto, en correspondencia con el referido crecimiento experimentado por la actividad económica productiva en el trimestre, es importante señalar el aumento tanto de la demanda interna (5,0%), como de la externa (5,7%). El comportamiento de la demanda interna es el resultado de los incrementos registrados en los gastos de consumo final de los hogares (3,6%) y en los gastos de inversión en activos fijos (15,2%). En cuanto a la demanda externa, el crecimiento observado estuvo determinado por un importante incremento de las exportaciones no petroleras.

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