Sorry, you need to enable JavaScript to visit this website.

Danzas de la India llegan a la plaza Juan Pedro López

Fecha: 
Miércoles, 29 Marzo 2000

En el marco del XII Festival Internacional de Teatro

En el suroeste de la India, en las aldeas del estado de Kerala, se presenta uno de los fenómenos escénicos más sorprendentes del mundo, el kathakali, un arte en el que teatro, rito, danza y drama se entrelazan para ofrecer una experiencia estética y simbólica de gran complejidad. Esa riqueza cultural podrá ser apreciada en Venezuela, a través del Centro Internacional de Kathakali de Nueva Delhi, el cual se presentará en el marco del XII Festival Internacional de Teatro, en el anfiteatro de la plaza Juan Pedro López, adyacente al Banco Central de Venezuela, de manera gratuita, este domingo 2 de abril, a las 4:00 p.m.

La tradición del kathakali fue iniciada por el rajá Kottarakkara Tampuran (1555-1605), quien se convirtió en su primer dramaturgo al tratar de superar un ballet-drama del Zamorin de Calicut que versaba sobre la vida de Krishna. Sus raíces se encuentran en el drama sánscrito y en el folclor de Kerala, combinando cultura clásica y cultura popular. Hoy día, el repertorio consta de unas 500 obras, casi todas basadas en los dos relatos épicos del Ramayana y el Mahabharata, así como en los Puranas. Estas obras se escenifican por lo común en espacios abiertos, en las inmediaciones de los templos.

Los personajes del kathakali son seres mitológicos, provenientes de las esferas celeste, terrenal e infraterrenal, cuyas batallas o amoríos sirven como alegorías de las enseñanzas filosófico-religiosas del hinduismo. Su técnica exige un gran dominio de todos los músculos del cuerpo, agilidad y fuerza.

Se utilizan nueve movimientos de cabeza, nueve de cuello, nueve de globo ocular, nueve de párpados, siete de cejas, seis de mejillas, seis de nariz, seis de boca, seis de mentón y ocho formas de mirar. Además se usan veinticuatro gestos simples de una mano y cuarenta gestos de las dos manos, de los que derivan cientos de combinaciones por medio de las cuales es posible expresar toda clase de cosas. Con maestría crean atmósferas de pasión, encantamiento, terror o misticismo, de acuerdo con las emociones evocadas en el argumento de la obra.

Para acentuar la personalidad de cada uno, los bailarines usan maquillajes de colores, diseños y ornamentos específicos, como cascabeles en los pies. Una complejidad de signos se entretejen para contar una historia de la manera más vigorosa y creativa posible. Dentro de ese código ritual de color, el verde representa las buenas cualidades (dioses, encarnaciones divinas, nobles reyes, seres virtuosos); mientras que la combinación de rojo, verde y blanco evoca a los malvados y salvajes. Detrás de los actores se ubican los integrantes de la orquesta. Los cantantes, que marcan la melodía de la orquesta, tienen la misión fundamental de contar la historia que los actores seguirán con sus gestos manuales y expresiones faciales.