Nuevos instrumentos bancarios ofrece la Cámara de Compensación Electrónica
El Banco Central de Venezuela anuncia la incorporación de dos nuevos instrumentos de pago a través de la Cámara de Compensación Electrónica. A partir del 3 de noviembre de 2006 las instituciones financieras podrán ofrecer a sus clientes bancarios las transferencias de fondos a terceros en otros bancos (créditos directos), entre los cuales destacan los pagos de nómina a empleados con cuenta en otras instituciones bancarias, pagos a proveedores con cuentas en otros bancos y pagos a tarjetas de crédito emitidas por otras instituciones.
Con este nuevo medio de pago, pequeñas y medianas empresas podrán ofrecer a sus trabajadores y proveedores pagos directos a sus respectivas cuentas, sin importar el banco en el cual estén abiertas, y en condiciones ventajosas.
Asimismo, el nuevo servicio de la CCE permitirá ofrecer a los clientes servicios de transferencia de fondos a personas no bancarizadas, con recepción de fondos en agencias bancarias pertenecientes a una institución distinta a la del ordenante.
Próximos avances
De la misma manera, el jefe del Departamento de Cámara de Compensación Electrónica, Cristóbal Bonnín, informó que próximamente, en la medida que las instituciones financieras instrumenten los mecanismos comerciales respectivos, se incorporarán a la CCE las domiciliaciones, instrumento mediante el cual cualquier cliente podrá autorizar la cancelación de facturas por servicios con cargo a una cuenta corriente o de ahorro, independientemente del banco en el cual el cliente o la empresa de servicio posean cuenta.
Estos nuevos instrumentos, además de minimizar el tiempo de hacer efectivos las operaciones más comunes, permitirán un mayor dinamismo en el sistema financiero nacional y el acceso de empresas medianas y pequeñas a los beneficios de la domiciliación de facturas.
Beneficios
Con la incorporación de créditos directos y domiciliaciones, la población doméstica tanto bancarizada como no bancarizada obtendrá significativos beneficios. Entre ellos se resalta la disponibilidad de nuevos productos que crean independencia del cliente final con las instituciones financieras, dado que en corto período de tiempo se podrán realizar operaciones interbancarias de transferencias. Esto a su vez redunda en significativo ahorro de tiempo para la realización de pagos de tarjetas de crédito, proveedores o pago de servicios. Estos beneficios contemplan tanto a las personas naturales como a las personas jurídicas. En el caso del sector no bancarizado, la implantación de operaciones cliente-no cliente, permitirá realizar transferencia de dinero a cualquier agencia de cualquier institución financiera en el territorio nacional, sin necesidad de que el beneficiario de los fondos sea cliente la institución receptora. Al final todo se refleja en mejoras del servicio bancario a todos por igual.
