La histórica medida ratifica los principios de plena soberanía y prudencia financiera en el manejo de los activos de la nación. La operación se ha realizado cumpliendo todos los parámetros y protocolos internacionales de seguridad

El Banco Central de Venezuela inició este viernes 25 de noviembre el histórico proceso de repatriación del oro monetario de la República, que había sido llevado al exterior desde finales de la década de los 80 y comienzos de los 90. Esta acción es un ejercicio de plena soberanía y prudencia financiera del país frente a la tambaleante situación económica que se evidencia en la mayoría de las naciones europeas como consecuencia de la crisis global internacional.

El primer cargamento de oro monetario, procedente de Europa, ahora será resguardado en las bóvedas del instituto emisor, cuya planta física, bóvedas e instalaciones de seguridad, así como la experiencia y experticia de su equipo humano, garantizan plenamente la custodia de este importante activo de la nación.

Este es el inicio de un proceso que se llevará a cabo de manera progresiva y permitirá mayor protección de los activos financieros de la República, en un contexto mundial de incertidumbre, ataques especulativos y volatilidad de los mercados financieros internacionales.

El presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, ratifica ante la opinión pública nacional que la medida de repatriación se está realizando con estricto cumplimiento de los parámetros y protocolos de seguridad, que se manejan internacionalmente para este tipo de operaciones.

Todos los cargamentos que llegarán al país cuentan con su respectivo seguro y reaseguro, y en cada vuelo se traslada la cantidad estipulada para este tipo de operaciones. Asimismo, cada una de las barras o lingotes que se traen de regreso al país cuenta con su debida certificación. De este modo, se garantiza plenamente que el oro monetario que se incorporará, de nuevo, a las bóvedas del BCV cumple con los más altos estándares de calidad internacional.

El Banco Central de Venezuela ratifica su pleno compromiso con los más altos intereses de la nación y da continuidad a una política monetaria y de manejo de las reservas internacionales responsable y coherente, estructurada en función de la plena soberanía y del trabajo coordinado con el Ejecutivo nacional para afianzar los logros sociales, en materia de inclusión y aumento del bienestar social de la población.