El Instituto ha promovido el desarrollo económico e integral del país

Como dice la primera estrofa del Himno del Banco Central de Venezuela, el país “en el año cuarenta fue testigo de un fasto especial”. Y es que fue exactamente el 15 de octubre de aquel ya lejano 1940 cuando el instituto emisor abrió sus puertas, en cumplimiento de la ley promulgada algunos meses antes por el entonces presidente Eleazar López Contreras, el 8 de septiembre de 1939.

 

Tras siete décadas y un lustro de historia, el BCV ha desarrollado una ardua labor en favor de los grandes intereses nacionales. Por ello, ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios ocasionados por el paso del tiempo, en especial, los del momento actual, cuando un proceso de transformaciones ha impactado las estructuras económicas tradicionales, con el objetivo de favorecer el acceso de las mayorías a bienes esenciales como la alimentación, la educación, la salud, la ciencia, la cultura, la vivienda y el deporte, entre otros.

 

En ese sentido, le ha correspondido al Banco Central de Venezuela realizar una inversión permanente en la capacitación profesional y técnica de su plantilla de trabajadores, para dar respuestas adecuadas en ámbitos diversos y de importancia medular como la política monetaria, la integración latinoamericana y caribeña, la reactivación de la actividad económica y el desarrollo sustentable en zonas geográficas claves que permitan un mejor posicionamiento geopolítico y geoestratégico del país como Guayana.

 

Bajo la gestión de su presidente, Nelson Merentes, actualmente el Instituto ha sabido conjugar la solvencia técnica adquirida tras décadas de trabajo tesonero, con la preocupación por alcanzar un excelente desempeño en la esfera social, para que pueda prevalecer una distribución más equitativa del ingreso nacional, lo que en definitiva ha facilitado mejoras sustanciales en casi todos los indicadores sociales. Aspecto reconocido por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entre otros.

 

El Instituto ha jugado un papel clave en hitos de la política económica reciente, como el proceso de reconversión monetaria, llevado a cabo en tiempo récord y que obtuvo galardones por la excelencia e innovación del diseño y la propuesta conceptual contenida en la actual familia de billetes. Asimismo, el BCV ha contribuido activamente con grandes objetivos del Plan de la Patria 2013-2019 como el impulso de una Nueva Arquitectura Financiera Regional basada en principios de complementariedad, solidaridad y respeto a la soberanía. Con la participación del BCV, se diseñó y puso en operaciones el Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre) y el Banco del ALBA, y se contribuye activamente a la conformación del Banco del Sur.

 

El Banco Central de Venezuela también ha asumido un rol destacado en el estímulo de iniciativas que contribuyan con la diversificación de la producción económica y un mejor aprovechamiento estratégico de nuestras riquezas naturales con respeto al medio ambiente. En esa línea, se inscriben la realización de una Subsede para Guayana y el desarrollo de una cartera de proyectos en el estado Bolívar, que incluye desde un centro refinador del oro, hasta la apertura de un instituto de altos estudios de orfebrería, así como la certificación de Venezuela ante el Proceso Kimberley. De esta forma, se busca incidir positivamente en un mejor ordenamiento de la actividad minera, lo que fortalecerá la soberanía nacional en el manejo y explotación de los recursos minerales.

 

El 19 de noviembre de 2014, se publica en Gaceta Oficial N° 6.155 el Decreto N° 1.419 con Rango Valor y Fuerza de Ley de Reforma Parcial de la Ley del Banco Central de Venezuela, mediante la cual se faculta a la autoridad monetaria para fortalecer y acrecentar las reservas internacionales de la república con metales y piedras preciosas. De acuerdo con el nuevo marco jurídico, la gestión del Instituto estará orientada a contribuir con un mejor posicionamiento de la nación en el plano geopolítico y geoestratégico.

 

Cara a cara con la gente

Otra faceta destacada del trabajo desarrollado por el BCV, en tiempos recientes, ha sido el contacto cara a cara con la población. En ese sentido, el Programa de Formación Socioeconómica del Pueblo. El BCV con el País, se inició como plan piloto en Vargas en enero de 2009 y se ha mantenido como un espacio permanente de intercambio con gente de diversos estados. En noviembre de ese mismo año se sumaron las Jornadas Permanentes de Economía Política Latinoamericana, para impulsar la discusión de temas fundamentales.

 

El Instituto continúa al servicio de la población venezolana, al aportar sus conocimientos y capacidades en distintas áreas de acción. El fasto especial que se conmemora cada 15 de octubre desde 1940, seguirá dando motivos para el orgullo a las generaciones presentes y las que están por venir.

 

Hitos arquitectónicos

El Banco Central de Venezuela es también un referente de la excelencia arquitectónica. Sus instalaciones en Caracas, Maracaibo y Maracay constituyen testimonio fehaciente del salto hacia la modernidad de un país rural que ingresó al siglo xx con cierto retraso, dadas las recurrentes guerras y montoneras de la segunda mitad del siglo xix.

 

La sede capitalina del Instituto, cuyo diseño corresponde al destacado proyectista Tomás Sanabria (1922-2008) fue reconocida con el Premio Nacional de Arquitectura. Además, tanto la Casa de la Moneda de Venezuela, ubicada en Maracay, como la Subsede de Maracaibo sobresalen por la funcionalidad de su diseño y su perfecta integración con el medio circundante.

 

En pleno siglo xxi el Instituto se alista para la construcción de la Subsede Guayana. Un Tepuy en lo alto de Guayana, propuesta ecológica y autosustentable, que estará completamente acoplada con la ciudad de Puerto Ordaz, dado que incluirá espacios para la colectividad, como un museo de oro, un acuario, un mariposario, un orquideario, un mirador con vista a los ríos Orinoco y Caroní, y una ruta turística, entre otras. De hecho, ya el BCV hace presencia permanente en Guayana con la inauguración, el 19 de diciembre de 2014, de la Oficina de Parque del Centro en Puerto Ordaz, lo que reafirma la participación activa del Instituto en el impulso del desarrollo social y económico de una región tan estratégica para el país como es el estado Bolívar.