En 1927 el petróleo se colocó como el primer renglón de exportación del país y ese año suele marcar el inicio de la relación "amor-odio" que hasta el presente mantienen los venezolanos con su principal riqueza natural: a la explotación del oro negro se le bendice como palanca de desarrollo, pero al mismo tiempo se le acusa de distorsionar la economía, corromper la política y hacer del facilismo una máxima de la población.
Testimonio de una realidad petrolera, editado por el Banco Central de Venezuela, la Fundación Venezuela Positiva y el Banco Nacional de Descuento, junta las reflexiones de varios autores sobre el significado de ese "espejismo llamado petróleo que enloqueció a unos, redimió a otros, y cambió al país de manera radical", como escribe el historiador Simón Alberto Consalvi en su ensayo para este volumen.
Otro historiador, Manuel Caballero, recuerda que la formación de la conciencia nacional de ser un país petrolero consumió varios lustros, pues si bien el pozo Zumaque reventó en 1914, hasta los años 40 las élites políticas y económicas consideraron que la verdadera riqueza es la que proviene del suelo y no del subsuelo. Por su parte, el economista Domingo Maza Zavala pasa revista a "Lo bueno y lo malo del petróleo en el siglo XX", destacando entre las debilidades la hipertrofia del Estado y la instalación de una "cultura del petróleo": facilismo, consumismo, distorsión de valores éticos…
A los autores mencionados, se suman Mazhar Al-Shereidah, quien analiza el valor estratégico de ese recurso para el país, y Frank Bracho, un experto en economía internacional que evalúa los factores ambientales, tecnológicos, corporativos y políticos asociados a la explotación de crudo. El ex ministro de Energía, José Ignacio Moreno León se interna en las "secuelas del rentismo" y Guillermo Rodríguez Eraso, geólogo, escribe sobre la "Evolución de la industria petrolera en Venezuela". Además, se incluyen ensayos sobre la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP) y Juan Pablo Pérez Alfonzo, fundador de la Opep, entre otros.
Testimonio de una realidad petrolera reactualiza el debate, nunca ausente en verdad, sobre los efectos que ha tenido el petróleo en el quehacer del país y los que tendrá en el futuro, pues los especialistas calculan que el "excremento del diablo" seguirá siendo fundamental para Venezuela por los próximos 25-30 años.
