La estimación del Producto Interno Bruto (PIB) registró una caída del 9,4 % en el segundo trimestre del presente año, con respecto a similar período del año anterior, lo cual unido al descenso de 27,6% en el primer trimestre, genera una contracción de 18,5% en el primer semestre del año en curso.

El nivel de actividad económica registrado en el segundo trimestre se deriva de contracciones de 10,4 % y 2,9 % en los sectores no petrolero y petrolero, respectivamente. Institucionalmente se observó una caída de 5,6 % en el sector público y de 11,5% en el sector privado.

En el sector no petrolero se observó disminución general en casi todas las actividades económicas y destacan la construcción (-50,7%), la manufactura (-14,3%) y el comercio (-17,4%). En el caso de la construcción se mantiene la profunda recesión que viene atravesando el sector desde el primer trimestre del pasado año, debido a la menor demanda de obras tanto del sector público como del sector privado. Respecto a los resultados de la manufactura, comercio y el resto de actividades, los mismos están determinados, fundamentalmente, por la disminución de la demanda agregada interna (-11,6%), así como el mantenimiento de restricciones impuestas por el control de cambios que limitaron el normal desenvolvimiento del proceso económico.

El ámbito petrolero estuvo signado por una contracción de la actividad petrolera pública de 7%, y el repunte de 46% en la producción de crudo de las empresas privadas que explotan la faja petrolífera del Orinoco, en el marco de la apertura petrolera.

Respecto a la demanda global, en el segundo trimestre se observó una disminución de 14,5%, debido a menor consumo privado (-5,6%), reducción del gasto final del gobierno (-2,4%) y a la caída de la inversión bruta fija (-47,8%) y de las exportaciones (-20,6 %).