A partir del 1° de septiembre, un equipo de encuestadores debidamente entrenado estará tocando a la puerta de aproximadamente 45.000 hogares de todas las entidades federales y estratos sociales del país para realizar uno de los proyectos estadísticos más importantes: la IV Encuesta Nacional de Presupuestos Familiares (IV ENPF). Este importante estudio es un esfuerzo conjunto que realiza el Banco Central de Venezuela (BCV), el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Universidad de Los Andes (ULA) y la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).

La IV ENPF es una investigación estadística que permitirá obtener información sobre los ingresos en el hogar, egresos, características de las viviendas del grupo familiar, composición de los hogares, hábitos de consumo, entre otros aspectos.

Para lograr los objetivos planteados en la investigación se seleccionó una muestra de 45.000 hogares a nivel nacional para los cuales al BCV le corresponde visitar un equivalente a 43,9% del total de la muestra; el INE les corresponde el 34,6%, la ULA visitará un 14,2% de la muestra y la CVG será responsable de la cobertura del 7,3% restante.

La fase de recolección de datos tendrá una duración estimada de trece (13) meses. Para cumplir con este objetivo los encuestadores, debidamente identificados, realizarán diversas entrevistas con los hogares seleccionados a fin de recabar información sobre sus ingresos y egresos durante un período determinado así como, otros datos vinculados con las características de la vivienda, los hábitos de consumo y los programas sociales gubernamentales.

Es importante destacar que la información recabada tiene carácter confidencial y será utilizada exclusivamente para producir indicadores estadísticos del sector hogares tanto a nivel nacional como por entidades federales. En este sentido, cabe señalar que para alcanzar estos objetivos la receptividad y atención de los hogares seleccionados es de gran importancia.

Las respuestas del grupo familiar permitirán, entre otros aspectos, conocer los cambios ocurridos en los patrones de consumo, actualizar la canasta de bienes y servicios utilizados en el cálculo del Índice Nacional de Precios al Consumidor, obtener información de condiciones socioeconómicas para apoyar las decisiones en materia de políticas públicas y crear una fuente de información por entidades federales, con lo cual se fortalece el sistema de estadísticas regionales y nacionales.