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Cámara de Compensación Electrónica: calidad de servicio reconocida internacionalmente

Fecha: 
Viernes, 1 Septiembre 2017

 

Actualmente el BCV impulsa proyecto para la modernización del sistema

 La norma ISO/IEC 20000-1:2011, certificado de reconocimiento internacional obtenido en 2016, avala los elevados niveles de calidad y eficiencia de la Cámara de Compensación Electrónica (CCE) del Banco Central de Venezuela (BCV). La innovación continúa en 2017,  para adaptarse a las exigencias del entorno,  en armonía con los avances mundiales en materia de sistemas de pago.

 En febrero de 2016, la capacidad técnica y operativa de la CCE convirtió al BCV en el primer banco central de América que obtuvo la norma ISO/IEC 20000-1:2011. El estándar mundial certificable para la gestión de servicios de tecnología de información garantiza elevados parámetros de calidad en todas las fases operativas.

 La certificación está sustentada en la espiral de mejora continua conocida como el ciclo de Deming, una estrategia de cuatro pasos: planificación, ejecución, chequeo y  mejora. Por tanto, la CCE del BCV implementó con excelencia los 13 procesos que exige la norma, estos son: gestión de la capacidad, de la continuidad y disponibilidad del servicio, del nivel de servicio, informes del servicio, de la seguridad de la información, presupuesto y contabilidad de los servicios, de incidencias y peticiones de servicio, de problemas, de relaciones con el negocio, de proveedores, de la configuración, de cambios y de la entrega y despliegue. 

De esta manera, la incorporación de la norma ISO/IEC 20000-1:2011 consolida la confianza entre todos los usuarios de la CCE, mejora la interoperabilidad, optimiza los costos y facilita la planificación para la modernización permanente.

Trayectoria hacia el éxito

 La CCE fue creada en 2005 y es un componente fundamental para la adecuada operatividad del sistema de pagos venezolano. La plataforma basada en confiables tecnologías de información facilita el trabajo cotidiano de la banca, al permitir la interoperabilidad (capacidad de digitalizar e intercambiar información) entre las 31 instituciones bancarias participantes del sistema financiero. Además, provee elementos necesarios para servicios de compensación de diferentes instrumentos de pago, como operaciones con cheque, servicio de transferencias interbancarias y domiciliaciones.

 En 2013 la CCE del BCV inició las gestiones para obtener la certificación en el estándar internacional de calidad en Gestión de Servicios de Tecnología de la Información, ISO/IEC 20000, que otorga la Organización Internacional de Normalización (Internacional Organization for Standarization) .

 En 2014 se comenzaron a ejecutar los pasos que llevarían a la certificación y en 2015 ya la CCE trabajaba con los procesos requeridos por la norma. En una auditoría realizada por la empresa Vásquez y Espín Consultores, con sede en España, se comprobó que los servicios que presta la CCE al sistema bancario nacional se ajustaban a los estándares.

 La unidad de servicio del BCV alcanzó los requerimientos referentes a distintas áreas, entre ellas las responsabilidades de dirección y el establecimiento de un sistema de gestión de servicios, documentación y recursos.

 En 2016 la CCE presentó su primera revisión de resultados como una unidad certificada en gestión de calidad.

 En constante innovación

 A la fecha prevalece el compromiso de profesionales y técnicos de la CCE, pues el reconocimiento está sometido a un seguimiento anual que demuestra la mejora continua de los procesos a través de evaluaciones de los clientes.

 Actualmente, las autoridades del BCV impulsan un proyecto para la modernización del sistema de CCE, que consiste en la inclusión de innovadores instrumentos de pago basados únicamente en medios electrónicos.

 El objetivo es incrementar la rapidez con que se efectúan las operaciones de pago en Venezuela y  fomentar transacciones  de este tipo, debido a los tiempos de respuesta. De igual forma, se prevé estimular la bancarización de la población y contribuir a la reducción del uso del efectivo.