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La solución a la crisis global requiere un enfoque marxista

Fecha: 
Viernes, 13 Noviembre 2009

Alejandro Valle (México) en Jornadas de Economía Política en el BCV

La actual crisis del sistema capitalista y sus consecuencias para América Latina deben ser analizadas aplicando el método y los conocimientos científicos aportados por la corriente de pensamiento marxista. Sólo de ese modo se podrán determinar las verdaderas causas del fenómeno y los mecanismos que se pueden instrumentar para aspirar a construir un sistema social realmente viable y con un reparto equitativo de la riqueza.

Esta fue una de las ideas centrales que el investigador y profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, Alejandro Valle Baeza, expuso durante su intervención, este jueves, en las Jornadas Permanentes de Economía Política, organizadas por el Banco Central de Venezuela (BCV) con apoyo de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) y la Universidad Latinoamericana y del Caribe (ULAC). 

Más que un problema financiero
Valle Baeza destacó que hasta los momentos las explicaciones ofrecidas centran el origen de este colapso únicamente en el ámbito crediticio. “La crisis se explica por la desregulación del sistema financiero: las empresas financieras emprendieron negocios muy rentables pero demasiado riesgosos. La excesiva especulación fue uno de los aspectos de la desregulación y generó burbujas y su explosión (bursátil y de vivienda)”.

No obstante, de acuerdo con un análisis marxista, el origen de los problemas es más complejo y remite a una explicación más amplia. El expositor, quien participó en el encuentro junto a representantes de Brasil, Chile, Cuba y Venezuela, recuerda que el neoliberalismo fue una buena solución para recuperar el ritmo de la acumulación capitalista, así como para reponer la tasa de ganancia, que había descendido en relación con el capital desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta 1982.
 
El catedrático mexicano explicó que a partir de la instrumentación del modelo neoliberal, la tasa de ganancia en la economía estadounidense empezó a recuperarse progresivamente, tras haber caído a niveles por debajo del 10% a comienzos de la década de los 80; se incrementó de forma gradual hasta acercarse al 15% en 2004.

En contrapartida, el salario por hora de los trabajadores disminuyó, lo cual habla de ganancias cada vez más elevadas y remuneraciones cada vez menores. De acuerdo con la información suministrada por Valle Baeza, para el año 1972 el salario por hora real en los Estados Unidos era de US$ 8,99, mientras que para 2007 era de US$ 8,32. 

Asimismo, el expositor mexicano sostuvo que el epicentro de la crisis aún no muestra claramente cuál será su derrotero, dado los problemas estructurales del sistema para absorber la fuerza de trabajo laboralmente activa. En tal sentido, resaltó que el pasado octubre la tasa de desempleo en Estados Unidos subió a 10,2%. Afirmó que el único factor que impidió un mayor crecimiento del paro fue que 571,000 personas dejaron de buscar trabajo. Otros datos ilustran la difícil situación laboral: se necesitan cerca de 127.000 puestos de trabajo nuevos por mes para absorber la demanda natural del crecimiento poblacional; en 10,9 millones de empleos se ubica actualmente el faltante de puestos de trabajo; de la cifra total de desempleados en Estados Unidos, 48,9% son afroamericanos y latinos.

Realidad latinoamericana
En el caso de América Latina, Valle Baeza precisó que el desempleo urbano superó la tasa del mismo período del año anterior en un punto porcentual (8,5% frente a 7,5%), mientras que el número de desempleados abiertos urbanos habría aumentado  a 2,5 millones; pero, si se incluye a los “desalentados”, el número de personas adicionales que no encuentran espacio en el mercado laboral urbano crecería a 3,2 millones.

En atención a los datos manejados, Valle Baeza concluye que “si la crisis fuera primordialmente financiera, habría salidas económicamente viables aunque sean más o menos difíciles de aplicar por problemas políticos o cognitivos”.

No obstante, de acuerdo con un enfoque marxista, la solución a la crisis supondría una disminución de las tasas de explotación y de ganancia, lo cual, según la lógica del capital, no sería viable. De ahí la urgencia de trabajar por un socialismo democrático y económicamente eficaz, concluyó el profesor mexicano.