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Hay que hacer más esfuerzos por una real integración entre los pueblos

Fecha: 
Viernes, 26 Febrero 2010

El avance hacia un modelo de integración fundamentado en los principios de complementariedad, solidaridad y pleno respeto a la soberanía tiene que estar imbricado con el accionar de los movimientos sociales que existen en el continente, para que la propuesta pueda florecer y consolidarse realmente como un esquema sustitutivo del capitalismo.

Así resumió la profesora universitaria venezolana Judith Valencia los retos que se vislumbran para los países latinamoericanos y caribeños, en el marco de la crisis estructural que vive el sistema capitalista y los riesgos de mayor presión militar por parte de Estados Unidos.  Valencia participó como expositora, junto a investigadores sociales de Argentina, Brasil, Canadá y México, en las Jornadas Permanentes de Economía Política Latinoamericana, que tuvieron lugar este jueves y viernes en la sede del Banco Central de Venezuela.

“Tenemos que hacer un esfuerzo en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) para que verdaderamente se concrete y consolide la integración. En esa vía es esencial que se produzca la unión entre los pueblos y se instalen las plataformas de movimientos sociales que hasta ahora no se habían instalado, hay que avanzar en ese sentido”.          

Valencia agregó que es fundamental promover el estudio y el desarrollo de instrumentales teóricos para guiar una praxis revolucionaria que haga a un lado los planteamientos y ejecutorias de tipo reformista. “Tenemos que agarrar los materiales, trabajarlos bien y meternos de lleno en el asunto elaborando políticas. Tenemos que elaborar estrategias como un cuerpo político consciente y responsable”.

Consideró que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños surgida recientemente, durante la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, celebrada en Cancún, México podría llegar a convertirse en un retroceso, si no existe la capacidad de evitar las formulas y modelos aplicados en los esquemas clásicos de integración.     

“Nosotros estamos dando nuestros propios pasos y están creciendo nuestros cuerpos de movimientos sociales, asumiendo sus prácticas sociales y políticas con el Alba y la Unasur. ¿Qué pasa si nos hacen retroceder otra vez? Que podemos volver a la reforma y nos alejamos de la revolución. Ése es el riesgo de esta suerte de OEA paralela, que puede ser aprovechada por algunos grupos para retroceder, cuando nosotros tenemos que transformar la región en un espacio geopolítico social, que lo llenemos de pueblo, desde México hasta la Patagonia”.