El Producto Interno Bruto (PIB) a precios constantes registró en el segundo trimestre de 2005 un crecimiento de 11,1%, respecto a similar período del año 2004, lo cual unido al aumento experimentado en el primer trimestre de 7,5% genera un crecimiento para el primer semestre de 9,3%.  Este comportamiento revela que durante el segundo trimestre de este año se continuó con el proceso de reactivación económica iniciado desde el cuarto trimestre de 2003.

 

Esta evolución de la actividad económica estuvo determinada, fundamentalmente, por la significativa expansión de las actividades no petroleras, que mostraron un crecimiento de 12,1% en su valor agregado, mientras que las actividades petroleras crecieron en 2,5%. Desde el punto de vista institucional, el sector privado creció en 13,1%, en tanto que el sector público lo hizo en 4,5%.

 

El resultado de la actividad petrolera obedece a la variación positiva del valor agregado tanto del sector público (0,4%), como de las empresas petroleras privadas (10,3%).

 

El sector no petrolero, muestra un crecimiento generalizado de todas las actividades económicas, destacando las correspondientes a manufactura (12,4%), comercio y servicios de reparación (21,5%), construcción (20,3%) y servicios del gobierno general (7,4%).

 

 

El citado comportamiento es propiciado por el incremento de 20,8% en la demanda agregada interna, determinado por los crecimientos de 18,1% en el gasto de consumo final privado, 6,7% en el gasto de consumo final de gobierno y de 41,6% en la formación bruta de capital fijo.

 

El primero de estos componentes, el consumo final privado, sigue siendo favorecido por las mejoras en los niveles de empleo, el acceso al financiamiento y la disminución en las tasas de interés activas, así como por los beneficios transferidos por el gobierno a los hogares mediante los programas sociales. Por su parte, el consumo final de gobierno, fue impulsado por los servicios que presta el Gobierno General, principalmente en materia de educación y administración pública y defensa.

 

El aumento en la formación bruta de capital fijo se debe al crecimiento experimentado por la actividad construcción, representado por la mayor demanda de obras por parte de las empresas públicas no petroleras (124,9%) y del gobierno general (67,3%). Asimismo, por la adquisición de maquinaria y equipos de origen nacional e importado.