El trabajo realizado por las delegaciones de alto nivel de Cuba, Nicaragua, Bolivia, Honduras (Gobierno constitucional de Manuel Zelaya), Ecuador y Venezuela para la puesta en marcha del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre) ha entrado en una fase definitiva. En los próximos días comenzará a operar esta nueva plataforma de integración subregional, en la que los Estados miembros realizarán transacciones comerciales entre ellos utilizando sucres en lugar de dólares estadounidenses.
El presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, destacó durante la apertura de la VI Reunión de los Comisionados Presidenciales para el Sucre, que se llevó a cabo este lunes 25 de enero en la sede del instituto emisor, la importancia estratégica que tiene esta iniciativa en la búsqueda de un nuevo modelo financiero y de intercambio comercial.
“Es esta una gran oportunidad de seguir avanzando en la unidad regional. El Sucre va a potenciar las fórmulas y mecanismos de integración que soñaron nuestros libertadores. Para ello se ha trabajado arduamente y con mucha eficiencia”, señaló Merentes.
Experticia y creatividad
En una línea similar el comisionado presidencial para el Sucre y ministro saliente de Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque, celebró el esfuerzo de las delegaciones de alto nivel de los Estados parte. “La actividad ha sido intensa, pero la hemos abordado con creatividad, flexibilidad y experticia. Es como si estuviéramos por inaugurar una casa y sólo estamos dando los últimos remates en la pintura y otros detalles”.
Rodríguez Araque, designado recientemente como titular del despacho de Energía Eléctrica, afirmó que es muy difícil avanzar en los procesos de integración si no existe una vinculación de carácter financiero y monetario, requisito que se cumple con el Sucre.
“En tiempo récord hemos dado un paso de siete leguas. Con este sistema se van a facilitar los procesos de integración. Además, contar ya con el Banco del ALBA y trabajar aceleradamente por el Banco del Sur es un buen indicio de que estamos retomando la orientación integradora después de siglos de fragmentación”, completó Rodríguez Araque.
Por su parte, el nuevo ministro de Economía y Finanzas y también titular de Planificación, Jorge Giordani, enfatizó que esta propuesta de intercambio comercial está por convertirse en una realidad práctica y operativa. “Todos los esfuerzos se han combinado para poner la máquina a funcionar. El compromiso era traducir la idea en una realidad y lo hemos logrado gracias a la voluntad política de los mandatarios. Este es el inicio de una nueva etapa y un ejemplo de lo que son capaces de lograr nuestros pueblos latinoamericanos”.
En su fase inicial el Sucre solamente será una moneda de carácter fiduciario. Es decir que servirá como unidad de cuenta común entre los bancos centrales de los países miembros para el pago de las transacciones comerciales. Más adelante, servirá también como unidad de cuenta común entre importadores y exportadores. Finalmente, en su fase de consolidación, incluirá la puesta en circulación de una moneda que tendrá valor como medio de pago y reserva de valor entre los países miembros y en sus respectivos mercados internos.
Banco del ALBA se fortalece
Una vez concluida la última sesión de trabajo de los comisionados presidenciales para el Sucre, el edificio sede del emisor sirvió de escenario para la primera reunión extraordinaria del Consejo Ministerial del Banco del ALBA, a la cual asistieron representantes de Cuba, Nicaragua, Bolivia y Venezuela.
César Giral, presidente del Banco del ALBA, destacó la importancia del trabajo realizado y aseveró que existe plena disposición por lograr un fortalecimiento de la novel institución financiera de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP).
Giral añadió que en esta etapa el Banco del ALBA ya ha realizado los preparativos necesarios para facilitar la realización de transacciones financieras con el Sucre. Asimismo, indicó que se ha hecho énfasis en realizar un seguimiento permanente de los proyectos grannacionales que involucran a varios de los Estados de la alianza. Todo ello con la vista puesta en el objetivo estratégico de acelerar y consolidar los procesos de integración regional en un marco de complementariedad, solidaridad y respeto a la soberanía.
